Ingredientes:
100 ml de aceite de girasol
620 gr de harina para repostería
200 gr de azúcar
4 huevos
1 limón grande
1 pizca de sal fina (lo que cojas con dos dedos)
1/2 sobre de levadura para repostería royal
Aceite de girasol para freír las rosquillas
Azúcar para rebozar las rosquillas
Preparación:
Rallar la piel del limón (solo la piel amarilla) y reservar.
Mezclar la harina con la levadura, la sal, tamizar (pasar por un colador) y reservar.
Añadir el aceite y el azúcar en un cuenco, batir con batidor de varillas, hasta que los dos ingredientes estén bien integrados.
Añadir los huevos, la ralladura de limón que hemos reservado, batir hasta que se integren bien con el azúcar y el aceite.
Añadir la harina poco a poco, con una espátula, cuando cueste trabajo mezclar, amasar con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y la masa se despegue del cuenco.
Dejar reposar, tapada con papel plástico dentro del frigorífico durante 30 minutos.
Añadimos bastante aceite a una sarten, para que las rosquillas queden flotando el el aceite al freírlas.
Poner la sarten a fuego medio, cuando este caliente, tomar porciones de 15 a 20 gramos, hacer una bola con las manos untadas de aceite, hacer un agujero en en centro con los dedos, hacerlas gruesas para que salgan esponjosas y añadir al aceite.
Freír hasta que estén doradas por un lado, dar la vuelta y dorar por el otro lado.
Retirar del aceite, poner sobre un plato cubierto con papel de cocina, rebozar inmediatamente en el azúcar, cuando estén aún caliente.
Pasar las rosquillas rebosadas a una bandeja y cuando estén frías servirlas.
NOTA: cuanto mas gruesas hagas las rosquillas más esponjosas te quedaran.
Guardar cuando estén completamente frías, en un recipiente hermético, se conservan muy bien durante varios días.
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